Gabriela Carmona | Exhibición colectiva "RITOS CORPÓREOS" | MAC, Quinta Normal
La artista Gabriela Carmona forma parte de la exhibición colectiva “Ritos Corpóreos”, presentada en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), Quinta Normal, a partir del 10 de octubre de 2025 hasta el 29 de marzo 2026.
”Ritos Corpóreos” reúne las prácticas de Gabriela Carmona, Isidora Kauak y Fernanda Núñez, quienes exploran la potencia ritual del cuerpo y los objetos, actualizando tradiciones ancestrales y desafiando órdenes sociales y patriarcales. Sus obras muestran cómo el arte, en tanto práctica espiritual y de conocimiento, se convierte en espacio de invocación, memoria y comunidad.
“Un rito es una inscripción del cuerpo en el tiempo, un guión invisible donde el gesto de repetición no es costumbre, sino que crea sentido. Un arquetipo cuyo uso de objetos delicadamente escogidos, se cargan y renuevan de poder y memoria. En su accionar surge un lenguaje sin palabras que une lo humano y lo sagrado, lo efímero y lo eterno, resistiendo al olvido y resignificando el cuerpo como territorio político y simbólico."
EXTRACTO | Texto por la curadora, Daniela Berger Prado
“Los Ritos del Cuerpo” | Sobre el trabajo de Carmona:
Máscaras, ex-votos y dientes...
Una máscara modifica la identidad del individuo y establece un vínculo simbólico entre el ser humano y una fuerza superior o trascendental. El cuerpo cubierto por la máscara deja de ser simplemente uno, y se convierte en un canal a través del cual circula una potencia sagrada o ancestral asumiendo una nueva identidad, muchas veces no humana. En un rito que podemos llamar como la re-personalización, el cuerpo se disocia de su existencia cotidiana y se convierte en algo otro. A través de este acto, el cuerpo se convierte en umbral y en punto de contacto entre lo conocido y lo desconocido, lo humano y lo divino. En sus propias palabras, el trabajo de Gabriela Carmona busca evocar espacios rituales donde confluya su cuerpo y la desaparición.
Sus propuestas transitan por un imaginario subjetivo que indaga en la experiencia y en el uso de la corporalidad como matriz y signo. El trabajo performático y corporal le ha permitido manifestar, desde la intimidad, situaciones alojadas en la memoria de su cuerpo y de su infancia, acontecimientos que la vinculan emocional y políticamente, relacionando de manera recíproca una biografía personal con una contingencia crítica que reinstala nuevos sentidos a la condición de mujer. Recientemente ha confeccionado piezas que denomina encarnapieles: textiles de distintas formas y tamaños, cosidos a mano e imaginados como pieles o abrigos para su cuerpo. Estas obras establecen conexiones íntimas y sensibles entre las materialidades, el proceso de costura como reparación y su propio cuerpo y sentir. Para su confección utiliza restos de telas, de colores oscuros como negro y gris, o crudo, de diversas texturas- También usa restos de ropa usada, donada por mujeres o reunida especialmente. Las máscaras se convierten en testimonio material y constituyen nuevas pieles que conforman cuerpos mutados, con la huella del tiempo y las experiencias3 . Son formas ambiguas que se presentan como ausencias, suspendidas entre lo permanente y lo efímero. En esta muestra Gabriela Carmona presenta dos trabajos relacionados a esta última propuesta; el traje perteneciente a la serie homónima, y la instalación de 52 máscaras, la mayoría de ellas creadas especialmente para esta exposición, que funcionan como marcas liminales que abren o cierran la exposición y su espacio ritual, según desde donde se recorra.
Estas máscaras, entendidas como una segunda piel son elementos centrales en los rituales que Carmona escenifica en performances, utilizando su propio cuerpo, tal como lo hará en el programa público de la muestra. Cada máscara, en su singularidad de retazos y texturas, encarna el dolor femenino -propio y ajeno -y sostiene diversos miedos, transformándose cada una en elementos que permiten adoptar múltiples identidades y estados, posicionándose en el espacio como una serie ampliada de dispositivos rituales, que además resuena en la ejemplificación que de ello hacen las dos fotoperformance de la sala contigua. La máscara de Carmona es una herramienta que no solo transforma al individuo, sino que también redefine las relaciones entre el cuerpo, la identidad y lo sagrado. A través de ella, el cuerpo se convierte en un portal, un campo de fuerzas en el que la performance ritualiza lo que está más allá de la identidad común. Silvia Rivera Cusicanqui, pensadora aymara y activista decolonial, entiende el rito y sus elementos como una forma de conocimiento vivo que articula memorias ancestrales, corporalidad y resistencia frente a la lógica colonial dominante. El rito esta aparece implícito en sus reflexiones sobre las prácticas culturales y ritualidades andinas, que son inherentes a su proyecto de recuperar saberes subalternos. Para Rivera Cusicanqui el rito podría entenderse como un acto performativo que encarna la resistencia cultural y epistemológica, un escenario donde se articula lo visible e invisible, se activa la memoria corporal y se sostiene la comunidad como espacio político simbólico. Central a su teoría es el concepto de ch’ixi, que describe una coexistencia sin fusión total entre opuestos. Cusicanqui explica: “ch’ixinakax utxiwa… son poderosas porque son indeterminadas, porque no son blancas ni negras, son las dos cosas a la vez4 . Este enfoque sitúa al rito como praxis descolonizadora en continuo devenir: un modo de redirigir el conocimiento hacia lo cotidiano, lo comunitario y lo encarnado. Le otorga al rito una dimensión performativa y política que se inscribe en el cuerpo y la memoria, y que desafía los sistemas dominantes de legitimación del sentido.